Ejercicio lúdico en el cual se retoma un oficio que presta sus servicios de escritura a todo aquel que necesite expresarse poéticamente. Yo, como escriba, parto de la idea que el “cliente” me otorga para escribir un texto poético, apoyada en libros de poesía y diccionarios diversos escribo el poema solicitado. La escritura se efectúa de manera espontánea en conjunto con el solicitante para tratar de satisfacer completamente su idea.

Con todos los escritos resultantes, se forma un cadáver exquisito (ver versacción), haciéndolos dialogar a la manera del surrealismo y conformando un texto poético colectivo.